Un lujazo para Girona: los conciertos de Cesk Freixas

En un auténtico lujazo para las previsibles y abotargadas noches gironinas, se han convertido los recitales que los miércoles cada quince días, realiza en el bar El Cercle, el cantautor Cesk Freixas, armado únicamente de una guitarra y de la transparencia y autenticidad de unos sentimientos líricos que trascienden de lejos, los temas y argumentos de sus canciones, ancladas en el amor y la lucha social, para rozar la belleza, la magia y la universalidad.

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Conocí la música de Cesk de la mano de mi gran amiga Eva Bussalleu, que llegó un día eufórica a mi casa, con una copia pirata de regalo del primer disco de Cesk, titulado Set Voltes Rebel y editado en 2005 por Bullanga Records. (Perdón por lo de la copia pirata, pero nos hemos reivindicado luego comprando el segundo disco de Cesk, lo cual quizás demuestra, visto desde una perspectiva a más largo plazo, que piratear discos es malo sólo en términos de la pobre pero insistente inmediatez…). Justificaba Evita su euforia diciéndome que, aparte que el disco era muy bueno, me iba a encontrar con una sorpresa. La miré medio de reojos porque generalmente nuestros gustos musicales coinciden menos que un gato con un ornitorrinco, pero, semanas después, cuando me digné a dar una oportunidad al Set Voltes Rebel, efectivamente, me topé con una gran sorpresa, unas bellísimas canciones llenas de pasión y sentimientos, y en donde se escuchaba la voz, ni más ni menos, que de Salvador Allende! Cuando luego menciona también a Víctor Jara, yo ya estaba llorando a moco tendido, emocionado y experimentando eso que unos llaman arte y otros, espíritu santo, pero que a mí, en cualquier caso, me ha convertido desde ese momento, en un fan incondicional de Cesk Freixas, razón por la que me apunto a sus conciertos cada vez que puedo.

No obstante, todas estas positivas impresiones se han visto completamente desbordadas con la aparición del segundo disco de Cesk, que toca esta vez acompañado de la banda Els altres Bandais, y titulado El Camí cap a nosaltres. Es una autoedición a la altura de las mejores producciones que se hacen en la actualidad, pues el disco cuenta con un buen sonido, producido por Magí Batalla, y el diseño, la fotografía y la maquetación gozan de una buena salud envidiable. Comprobarán además, la juventud de los involucrados, pues Cesk apenas cuenta 24 años, y el salto que se ha dado desde el primer disco hasta El Camí cap a nosaltres, pienso modestamente, que es muy grande en términos de orquestación y composición musical. Ello nos habla de un creador con las antenas muy atentas a lo que pasa a su alrededor y con un oído musical fino y un sentido poético desarrollado. Destaco particularmente de este segundo disco de Cesk Freixas, la bellísima y romántica canción Ovidi, dedicada al maestro Ovidi Montllor, y que no sé porqué me recuerda tanto a mi estimadísimo lorito ecléctico Startus. Acostumbramos con el gato Hamlet escucharla por la tarde, a todo volumen, repitiéndola varias veces, como si de un mantra o de una fórmula mágica se tratara. Rarezas que uno tiene, ya sabéis. Lo bueno es que la comprobación de todo esto, está a tiro de piedra, sólo asistiendo los miércoles cada quince días, a los conciertos en que Cesk Freixas, se deja algo más que la voz y las energías: Se deja la piel y se deja el corazón.